domingo, 7 de agosto de 2011

MINIFICCION


Ejercicios de Escritura Creativa inspirados en el cuento popular
Caperucita Roja
©FUNDACIÓN LITERARIA ANÍBAL MONTAÑO, INC.
Todos los derechos reservados.


INSTRUCTORES:
Ramón Aníbal Mesa, Ysabel Florentino y Jesús Cordero

Ilustraciones:
Domingo Alberto Guzmán



CONTACTOS:
Tel.: 809 703-3812/ 809961-6513/ 809 288-9857
escrituracreativaflam@gmail.com
San Cristóbal, República Dominicana


II BIENAL NACIONAL DEL CUENTO
San Cristóbal 2011. (Del 11 de junio al 30 de julio)
Dedicada a Diógenes Valdez
y a la Región Sur de República Dominicana.








Caperucita Roja y viceversa


EL SUR CUENTA es un proyecto de incentivo a la lectura, a la escritura y a la dinamización de los talleres literarios en la región Sur del país, creado  con motivo de la II Bienal Nacional del Cuento, San Cristóbal 2011, (del 11 de junio al 30 de julio) dedicada a Diógenes Valdez y a la Región Sur.

En esta ocasión  las provincias beneficiadas a través de nuestra labor de animación sociocultural han sido Azua, Ocoa y Barahona, con la fantástica leyenda de la literatura clásica universal que es Caperucita Roja, tal y como lo hicimos anteriormente con “El dinosaurio” de Augusto Monterroso y con “Manolo el Pintor del barrio”, personaje del cuento “Círculos Concéntricos” de Orlando Alcántara.

La tradición oral de Caperucita Roja, ha crecido a tal punto que la mayoría de los niños en los  talleres de las provincias en que se recreó el cuento, conocían o habían escuchado hablar sobre éste, aunque esta era la primera vez que escuchaban el nombre de su autor Charles Pierrault. (Francia 1628-1703) Pero antes de este autor fijarlo de manera escrita hacen más de 300 años (Cuentos de mamá Oca, 1697), ya la leyenda existía cultivada de generación en generación, lo que implica una cantidad de variaciones considerables, (entre ellas la de los hermanos Grimm) por lo que para algunos estudiosos Pierrault está considerado como uno de los tantos compiladores.

En nuestra Guía de Escritura Creativa, elaborada con una visión fundamentalmente esteticista, lúdica y recreativa, Caperucita Roja atraviesa las ciudades del Sur para contarnos sus aventuras a través de la imaginación de casi un centenar de niños, niñas y adolescentes.

Este BREVIARIO 16, compuesto por unas 80 variaciones que  conforman una divertida sociografía de la contemporaneidad; es un muestrario de las múltiples facetas del legendario personaje, cuya polisemia ha evolucionado en el espacio y en el tiempo. Por lo que aquí encontraremos a una Caperucita y a un Lobo cómicos, trágicos, subversivos, rebeldes, transgresivos; pero también dulces, inocentes, solidarios, recreativos, en fin…dos fascinantes personajes de nuestra sociedad actual.

Múltiples tesis se han elaborado sobre la Caperucita Roja a través del tiempo, arrojando interesantes  interpretaciones sobre los aspectos psicológicos del cuento y de sus personajes: su conducta, su color, su inocencia, su desobediencia, su seducción, su curiosidad, su complejo Edípico, etc.

Para los especialistas en la materia “el deseo de exploración del bosque” está íntimamente vinculado a la necesidad de la niña “comprender el mundo que le rodea”, por lo que su curiosidad y su deseo están asociados a esa necesidad básica del ser humano. De ahí los riesgos de la niña caer en “la tentación del bosque”, es decir, del mundo externo; un mundo peligroso y prohibido, y que por peligroso y prohibido, para muchos representa la metáfora perfecta de nuestras ciudades.

Junto a “Chuang Tzu”, “El gato esconde la noche” y “El dinosaurio”, el “Breviario16: Caperucita Roja”, constituye una de las publicaciones más divertidas y enriquecedoras de las 16 que hasta ahora hemos colocado al alcance de los lectores del mundo a través de la web.  Ojalá cada uno de estos breviarios pueda ser puesto en manos de nuestros lectores locales en publicaciones de papel y tinta, para que nuestra labor de promoción, difusión y socialización de la literatura sea una verdadera revolución cultural.

Ramón Aníbal Mesa,
Agosto, 2011








SAN CRISTÓBAL
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YAINA MELISSA RODRÍGUEZ
Julio de 1990, San Cristóbal, R.D.




CAPERUCITA ROJA

Caperucita 1
Ayer en mi clase de literatura de la universidad analizamos los rasgos psicológicos del Lobo Feroz, y llegamos a conclusiones bastantes interesantes, como la condición acomplejada del Lobo Feroz. Descubrimos que esto constituye un magno problema de la sociedad contemporánea, que los lobos feroces no se aceptan tal cual son. Y concluimos que el Gobierno tiene la culpa por no proveerles psicólogos a los lobos feroces  para ayudarles a superar sus traumas.

Caperucita 2
A raíz del asesinato que cometieron los cazadores contra el lobo feroz, la sociedad protectora de animales ha lanzado un comunicado prohibiendo el maltrato a los lobos feroces, Bob Sponjas, Bestias sin Bellas, Monitos Kikes, Panteras Rosas, el Gallo que aparece en el anuncio de Rica, políticos y abogados en general.

Caperucita 2, parte II
La Sociedad Protectora de Animales (SOPA) por motivación propia o por la cadena de protestas que le ha estado asediando recientemente, se retracta de la última parte de su comunicado, refiriéndose específicamente a “políticos y abogados en general” debido a que existe una sobrepoblación de estas especies, las cuales, al caracterizarse por su actitud salvaje y depredadora, ponen en peligro la supervivencia humana. Por eso, para reivindicarse han organizado para mañana a las 3:00 pm una actividad que pretende disminuir las especies denominadas Políticos y Abo-gatos. Así que si te preocupa el medio ambiente, toma la escopeta más cercana y únete. ¡El planeta te necesita!



MARQUELIS VALDEZ




Caperucita Roja, en uno de sus sueños

Chuang Tzu despertó asustada, después de una noche calurosa y varias pesadillas. Al despertar iba con una cesta camino al bosque, a llevar frutos a la abuela. Esta vez halló el trayecto más extraño, pues nunca se encontró con el lobo. Ya en la puerta, al tocar, apareció una enana con rostro muy arrugado y voz aguda. “Abuelita, ¿y esa boca tan grande?” “Para comerme al lobo”. Caperucita salió tan de prisa que olvidó darle la cesta. Nuevamente atravesó el bosque para advertirle al lobo lo que estaba planeando la abuela. Mientras iba de regreso se puso muy nervioso y comenzó a temblar porque recordó que en uno de sus tantos sueños, había soñado ser el lobo.





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AZUA DE COMPOSTELA





ACIA CESARÍNA MARTÍNEZ SÁNCHEZ
Edad: 12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta



Caperucita verde

Ya como que el rojo no  me gusta. Me voy a dar otro luck, que sea de tigueraje, voy a comprarme una ropa que sea verde, una gorra, unos pantalones y una blusa verde. Pero se encontró con el lobo y fueron a la tienda juntos, cuando llegaron a la casa con las fundas, con un jugo y  unas galletas para la abuelita, le preguntó: quién eres y qué le has hecho a mi nietecita? Ella le contestó: soy yo, pero ahora soy verde para verme mejor y así poder ser y estar más jeby. Y el lobo le dijo: diablos, Caperucita, tú si estás linda. La caperucita se sintió feliz y se casó con el lobo.



ALEXA NUÑEZ ROJAS
Edad: 15 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita en passola

A caperucita le gustaba mucho montarse en passola y el lobo tenía una. Un día la abuela la mandó a buscar frutas al campo y ella se fue a buscar la passola del lobo, y el lobo se hizo su amigo y se la prestó, para poder entrar a su casa. La abuela de caperucita tenía muchas prendas de oro y el lobo se quiso meter a la casa, mientras Caperucita iba al campo y la abuela dormía, pero la casa estaba cerrada, el lobo no pudo entrar. Caperucita estaba tan emocionada de que el lobo le prestara su passola. Iba a una velocidad muy alta. Como el lobo no pudo entrar a la casa fue a quitarle la passola. Al ver que se paseaba por el campo  el lobo la voceó y ella, al mirar atrás, chocó con un árbol y se rompió la cabeza. La passola se rompió la parte delante. El lobo se enojó y quiso matarla, pero caperucita se fue corriendo y no la volvió a ver más.



ALTAGRACIA JOSEFINA PEREZ
Edad: 14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta



Caperucita

Caperucita estaba en la parada y  cogió un motoconcho porque iba para donde la  abuela, entonces Para donde cogió fue para la playa. Cuando llegó donde la abuela con los moños mojados le dijeron: caperucita, ¿dónde tú estabas? Mami, donde mi abuela. Entonces por qué tienes los moños mojados? Mami, fue que me caí en un charco de lodo, me encontré con el lobo, le pegue una galleta y vine corriendo. Y sólo mamá le dijo a Caperucita, vete, date un baño que voy a arreglar este asunto.










ASHLEY  NUÑEZ
11años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita rosada

Era el día de Caperucita Roja y todo el mundo estaba vestido de rojo, hasta el lobo. Entonces llega Caperucita a Azua en su furgoneta roja y están esperando a Caperucita y cuando sale Caperucita así, era el día rojo. Entonces se dañó todo, caperucita estaba de rosado, ahí fue lo grande, cuando Caperucita salió dijo la gente y el lobo: miren esa traicionera, hoy era su día y se extremó en venir de rosado, y la gente empezaba a gritar: no dizque eras Caperucita  Roja? Y fue el lobo y le puso una trampa, le cambió el traje y Caperucita lloraba. ¿Dónde está mi traje? El lobo se vistió de mago y de una puerta oscura salió una voz: caperucita, caperucita, ven, y Caperucita entró. Era una trampa, pero Caperucita era inteligente, le dio una bofetada al lobo que cayó. Caperucita corrió. En un contenedor encontró una capa roja, y era su capa.

BESTHEL CESARINA ANTUNA
Edad: 12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta




Caperucita y moderna

Caperucita Verde era una joven que vivía con  su madre en el campo. Era tan moderna que andaba con unos tenis Nike verdes, un pepe verde, tenía el pelo teñido de verde y hasta un tatuaje de una manzana verde. Caperucita fue a llevarle a su abuela, que también era moderna. El lobo, quien era malo, pero moderno como ella, él con su pelusa amarilla, se dio un tinte negro, unos zapatos amarillos, un pantalón negro, en fin… todo moderno. Caperucita se encontró con él en el camino. Amable lobo, tú sabes cuál es el camino más corto para llegar a casa de la abuela? Y él le contesta: ese de allá. El lobo  se aprovechó y llegó primero a la casa. Hola abuelita, vengo a pedir tu nieta en matrimonio. Cómo no, lobo, dijo la abuela, te aseguro que ella te dirá que sí. Entonces  la abuela  se escondió en el sótano, cuando Caperucita Verde llegó y abrió la puerta, el lobo estaba hincado con el anillo de compromiso. Caperucita se quedó sorprendida. ¿Te quieres casar conmigo Caperucita? No, eres un lobo feo y malo. La abuelita estaba contenta porque a ella le gustaba el lobo, pero el lobo, cuando la Caperucita le dijo que no, se enojó, y le dijo: ésta me la cobro. Cuando Caperucita se fue a su casa, la  abuela salió del sótano y le dijo: yo sí me quiero casar contigo. Pero tú no me gustas, y en cambio por ella se me salen las babas, dijo el lobo. Caperucita al saber de lo enamorado que estaba el lobo, decidió viajar a Azua. El lobo se dio cuenta y decidió también viajar. Cuando Caperucita llegó a Azua se encontró con el lobo. ¿Qué haces aquí?, le preguntó. Estoy aquí porque me hice rico en la lotería, me saqué 8 millones de pesos.  Ella le dijo: como yo te quiero, quiero casarme contigo. Pero el lobo estaba mintiendo. Ella estaba contenta. Un día, por comentarios de la gente, Caperucita se dio cuenta que el lobo no era rico, entonces Caperucita le pidió el divorcio y el lobo no se lo quiso dar. Y con ese fin caperucita vivió feliz.              


CHARLI RAYMUNDO PEREZ
Edad: 14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita negra

Caperucita tuvo que cambiar el traje porque se le murió el novio. Estaba vestida de negro. Tenía luto de su novio, quien murió trágicamente en un accidente automovilístico. Después tuvo que entrar a un convento porque su mamá le pidió que fuera monja por siempre y le dieron el Premio Nobel de la paz.



CINDELI YASMEL CEDANO MATOS
13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta

La Caperucita Blanca

Una vez Caperucita quiso cambiar de color blanco y el lobo la quiso complacer porque se veía mejor.  Caperucita no quería que el lobo se la comiera. Caperucita corrió y corrió y el lobo no la pudo alcanzar. Luego Caperucita llegó donde la abuelita y le dijo: abuelita, dame un vaso de jugo que estoy muy cansada, ¿qué te pasó que estás muy cansada? Ella le contestó que  venía de la capital  corriendo y que  llegó a Azua porque el lobo  la estaba persiguiendo. Y la abuela le dijo: no te preocupes porque  ese lobo  ya no te va a molestar más.









CRISTINA LISBET AGRAMONTES
14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita blanca

Un  día la madre de caperucita blanca hizo un pastel de vainilla para la abuela, pero pasa que ése es el pastel preferido de caperucita blanca. Ven y llévale este pastel a la abuela. Antes de salir Caperucita llamó al lobo por teléfono: lobo, ya sé qué vamos a hacer hoy, quiero que le lleves a mi abuela un pasaje par air a Jamaica y le dices que se lo ganó en un concurso y luego ven para el parque para que comamos juntos un pastel que está buenísimo.



DAILIN CAROLINA MELO
13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta




Caperucita en la piscina

En un pueblo muy lejano había una hermosa niña llamada caperucita. Un día muy soleado iba para la piscina a bañarse. Pero en la piscina había un lobo el cual le quería hacer daño a la niña. El lobo la quería ahogar, pero ella siempre se protegía del malvado.  Cuando se fue al baño a ponerse la ropa porque ya se iba, el lobo la descubrió y le quitó sus biquinis. Ella corrió hasta la otra puerta del baño donde encontró una toalla y se envolvió y salió corriendo. El lobo no la encontró donde estaba escondida, y se fue para siempre.


DARLIN ABREU DE LA ROSA
15 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta


Caperucita

Caperucita se dirigía a casa de su abuela por los montes, iba muy feliz, cantando por el tenebroso camino, de pronto se encontró con el lobo. El lobo era de ojos grandes y dientes afilados. Pero al ver a caperucita caminando por ese tenebroso monte, le dijo: ¿quieres que te dé una bola, a dónde vas? Voy donde mi abuela a llevarle un delicioso pastel. Aceptó la invitación y se fueron juntos en la moto del lobo.


DEBORAH BELTRE
12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta






Caperucita roja

Caperucita Roja pasaba por el parque  Duarte, al verla me asombré porque no tenía su capa roja sino blanca. Caperucita, ¿por qué no llevas tu capa roja? Y ella respondió: porque estoy muy triste. ¿Por qué estás triste? Porque no he visto al lobo, por eso estoy triste.










ELIANNY GERALDO BELTRE
12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta



Caperucita

Caperucita Morada vivía en la ciudad de Santo Domingo, vivía en una casa verde y siempre andaba con su madre. Un día iban por la calle. Iban para una disco, se encontraron con el lobo, pero el lobo la vio tan linda que se enamoró. Le preguntó: ¿Cómo te llamas? Caperucita Morada, ¿y tú? El lobo Feroz. ¿Para dónde vas?, le preguntó el lobo. A la disco. Sí, y ella, muy contenta reía y bailaba, pero ella tenía como 6 novios porque le gustaban los hombres con dinero.



ELISANDRA RAMIREZ DE JESUS
14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta



El cambio de ella y el lobo ¿qué pasó?

Ahora Caperucita no  es roja, sino negra, vive en Azua y supuestamente su amigo el lobo ya no es el lobo. Ella pensaba cómo iba a encontrar al lobo, y vaya sorpresa: En el  Parque Duarte se reencontraron los personajes bastante interesantes. Lobo, ¿eres tú? ¡Cuánto tiempo! El mismo de ayer, dijo el lobo. No, no  eres el mismo, estás diferente, tu pelo, tu cuerpo, ¿qué hiciste? Bueno, tú sabes que el tiempo pasa y hay que cambiar, hay que estar en el flow. Pero tú tampoco eres la misma de ayer, no sólo yo he cambiado. Caperucita le coquetea y le dice: se puede decir que soy moderna. Tan moderna que hasta un tatuaje tienes, dijo el lobo. Bueno, no uno, dos, tres, cuatro… ¡pero muchacha, ya no eres ni roja! ¿Qué te pasó? estás vestida de negro… Veo que tienes algunas habilidades, le dice coqueteando Caperucita. Eso no se pierde, dijo el lobo. Caperucita Roja mirando su reloj, le dice: tengo que irme, a lo mejor, tal vez nos veamos luego. Espérate, ¿por qué tanta prisa? Bueno, está bien, adiós.



ERICK JOEL SANCHEZ  GUZMAN
Edad: 13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita andaba por el bosque

Caperucita andaba por el bosque, entonces se encontró con el lobo. Caperucita estaba desesperada gritando: ¡El lobo! ¡El lobo! Pero el lobo no sabía que Caperucita estaba vestida de rosado. Entonces el lobo fue donde su abuela. Caperucita le dio un regalo y ese regalo era una bomba envuelta en su capa. El lobo no se dio por vencido y Caperucita no sabía que el lobo estaba por el bosque y se volvieron a encontrar. Caperucita gritó otra vez, ¡El lobo! ¡El lobo! ¡Auxilio, el lobo, ayúdenme! Entonces la abuela la ayudó. Y planeó comerse al lobo.





FATIMA DE LOS REMEDIOS ESCANIO
14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta




Caperucita Roja

Caperucita viajó a Azua para visitar a su tía Talía. Una mañana fue al mercado a comprar una capa nueva, cuando volvió a la  casa encontró al lobo cocinando y le preguntó: ¿qué cocinas? Y el lobo le respondió: un moro de guandules con coco y pescado frito. Después que terminaron de comer, fueron a comprar más ropa y un helado.







FRANCIS PÉREZ DÍAZ
Edad: 13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita de rojo a marrón

En un día muy extraño, Caperucita Roja compraba un helado en la  heladería de Azua, pues como caperucita es roja se lo dieron de fresa como a ella le gusta. De repente decide no comprarlo de fresa, sino de chocolate. Nadie entendía por qué. Regresó a su casa, se hizo de noche, se acostó a dormir, al  otro día cuando se despertó era de color marrón al mirarse al espejo. Se vistió para visitar a su tía como siempre acostumbraba los domingos. Tocó la  puerta de la casa y la tía le abrió, la tía se asustó y rápidamente cerró la puerta al pensar que era un temible oso. Caperucita, sin entender por qué, regresó a su casa. Hasta su mamá se asustó pero se dio cuenta que era Caperucita. Así que le abrió y habló con ella y la llevó al espejo. Cuando se miró, se sorprendió y pensó por qué se puso de ese color. Pensó en el helado de chocolate. Fue corriendo a la heladería para que le vendieran un helado de fresa. Pero no se lo vendieron porque pensaron que era un oso que tuvo que acostumbrarse a no ser Caperucita Roja, sino marrón.  



GEMA CLARK MULLER
14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita roja

El lobo era el abuelito de caperucita y la abuelita era mala. El abuelito mandó a Caperucita a comprar tomates en La Yayita, la abuelita le vendió tomates encantados, cuando caperucita regresó a casa ella y el abuelito no se pudieron comer los tomates porque unos extraterrestres  se lo llevaron.


GENESIS ARIANNA TERRERO BONILLA
Edad: 11 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita roja
Yo estaba en el colegio jugando con un amigo. Y he visto entrar a Caperucita Verde, porque estaba vestida de verde y le pregunto: Caperucita, ¿por qué estás vestida de verde? y ella respondió: porque estoy en este colegio y el uniforme es así, verde. Ah, ok. ¿Y por qué te tintaste el pelo de negro? Ah, porque no hace mucho se murió mi abuela.  Y de qué murió? Fue un oso que se la comió. ¿Cómo te ha ido con la profesora? Bien, porque todos se quedan mirándome y eso me gusta. ¡Eres traviesa! Sí un poco. ¿Y con quién vives? Sola. Y le digo: quédate conmigo. Está bien.







GLADIZ RAMIREZ
12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta



Una niña muy hermosa llamada Caperucita, iba a casa de su abuela, pero la abuela era muy estricta. Invitaron al lobo a comer, que era su vecino. El lobo no tenía educación y estaba comiendo tan rápido que la abuela dejó de comer y lo golpeó con una escoba, diciéndole: lobo malo, come con educación que no estás en tu casa. El lobo comenzó a comer calmadamente y la abuela le decía: come más rápido. Luego el lobo se fue para su casa, pero la abuela no se daba cuenta que el lobo se había robado un perfume que le había robado Caperucita Roja. Y lloraba y lloraba porque era un regalo que se lo habían hecho con mucho amor. El lobo se fue para caracas, Venezuela, y nunca lo volvieron a ver. Caperucita lo persiguió y se enamoraron. La abuelita no lo permitió y fue un amor prohibido. 




INDHIRA VARGAS
Edad: 19 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta





Caperucita en siglo XXI

Una joven muy linda e inteligente vivía con su mamá que ya estaba media vieja. Ya que ella no era una niña, sino una jovencita, la mandó a casa de su tía a llevarle unas galletas. Caperucita no le obedeció, sino que encontró a su amigo el lobo y las galletas que eran para el lobo se las regaló, ella quedó encantada con él. Se enamoró del lobo el cual sólo quería jugar con ella. Se fueron a la playa, de pronto le dijo el lobo, que se fueran a su casa y ella le dijo: ¿y tú no te vas a casar conmigo? No, sólo te usé para pasar un rato. Ella se puso a llorar y recordó que su madre le dijo que no se parara con nadie.




ISAIAS BELTRE DE LOS SANTOS
Edad: 14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta






Caperucita roja
Una vez Caperucita iba donde la abuela y el lobo le apareció vestido de mujer. Mamá, ¿qué le pasó? Me dolía la cabeza.

Caperucita

El otro año la caperucita era mi maestra,  muy buena y el director aburrido cada vez que echaba un cuento en el curso. Después de una semana el director la expulsó. Me dio un abrazo y se despidió.



JAIRO ADNER ARVELO
16 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.




Caperucita se hizo millonaria

Una vez Caperucita estaba  muy preocupada porque sus amigos tenían mucho dinero. Siempre que iba al colegio, siempre le  hacían mucho lujo y ella se sentía  mal. Un día su abuela le dijo: no le hagas caso porque tú eres pobre y ellos no. Caperucita, yo tengo un tesoro en mi casa. Caperucita se sorprendió mucho porque ella quería mucho dinero y se inventó un plan: le pidió permiso a su mamá para ir a casa de su abuela, pero ella no la conocía, porque caperucita vivía con su otra abuela Niní. De camino a donde la  abuelita, caperucita tomó un concho que era un lobo rapero. El lobo la llevó a la casa de la abuelita, cuando llegaron Caperucita no tenía con qué pagarle al lobo y le dijo: oye, mi abuelita tiene un tesoro, quitémoselo y repartamos el dinero. El lobo dijo: vamo pa´llá. Cuando llegaron a la casa de la abuela, le peguntaron con autoridad y ella le dijo: debajo de la cama. Caperucita se hizo millonaria, pero un día se dio cuenta que su mamá era su abuela, y se repitió la historia.  








LOUISSIANNYS VALGAS PINALES
Edad: 12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.





Le decían caperucita roja

Una vez una niña llamada Caperucita, le decían Caperucita Roja. Vivía en una pequeña choza y la choza era roja. La mamá de Caperucita dijo: Caperucita, voy a pintar la casa de rosa. Caperucita le dijo: ah, pues me voy a llamar Caperucita Rosa. No Caperucita, todos te conocen por ese nombre. Mamá, lo que yo voy a cambiar es una tontería.



LOURDES YASMIN
Edad: 14 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.







Una joven del pueblo azuano

Una joven del pueblo azuano que visitaba a su abuelita todos los sábados hacia Santo Domingo. Caperucita se dio cuenta de lo bella que era esta ciudad y decidió pasarse unos días con su abuela. Caperucita disfrutando la estadía, quiso ir un día a la playa, de camino se encontró con un lobo y éste le dijo: ¿a dónde va una joven tan bonita, sola por este lugar? Voy a la playa. Luego el lobo le dijo: ¿cómo andas en biquini por la paya? Y ella le dijo: soy una chica normal, no tiene nada de malo. La Caperucita, ilusionada con el lobo, se enamoró. Un día, mientras caminaba por la playa se le acercó y le dijo: Caperucita, ¿te gustaría ser mi novia? Ella, muy alegre, aceptó.




LOURDES MARISEL RAMIREZ
Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.





Con tan solo 16 años

Caperucita vivía en el pueblo, con tan solo 16 años ya sabía tomar decisiones. Su madre decidió llevarla a Azua a un colegio, quería que ella se hiciera una gran educadora. Ella, caminando por el jardín se encontró con un lobo. Él, al mirar, recordó lo que había sucedido con ella. Emocionado le dijo: ¿eres tú? Sí, ¿eres tú? Al mirar al profesor comenzó Caperucita a correr. Se sorprendió al ver que se marchó. El lobo, un poco tímido se alejó y ella acercándose le dijo: ¡hola! Él se quedó callado, pero recordó lo que había sucedido con ella. Se enojó, la tomó y quería tirarla del plantel. Ella gritaba y gritaba para que alguien la  salvara. El profesor escuchó los gritos, se arrimó, vio al lobo, se enojó y comenzó a golpearlo. 



MARIA ESTERH PÉREZ CIPRIAN
Edad: 12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.





Caperucita roja en otra historia
Caperucita siempre paraba vestida de rojo. Pero un día apareció en el parque vestida de negro y sus amigos le preguntaron: ¿por qué estás vestida de negro? Lo que pasa es que unos niños me llenaron la cama de carbón y el traje rojo se me puso de este color y no sé cómo quitárselo, ¿me pueden ayudar? Entonces se fueron a casa de una de sus amigas y cogieron una cubeta de agua del tanque y empezaron a mojarla y ella sólo tenía el traje negro y todos los demás blancos. Luego de echarle agua, se puso negra entera y jamás volvió a ser roja.



MARIELIS FELIZ PUJOLS
15 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.



Caperucita

Caperucita fue a un mandado de su mamá que era llevarle un bizcocho a su abuelita, y pasa que el bizcocho era de leche, Caperucita le dijo a su mamá que si se lo iba a llevar. Entonces ella iba: un paso, una mordida, un paso, una mordida… Y cuando llegó, la abuela le dijo: Caperucita, hija,  ¿qué haces tú aquí? Y ella respondió: oh, abuelita, vine a darte un pastel y un fuerte abrazo. Entonces ella no sabía qué hacer. De repente se le ocurrió mandar a comprar uno así, llamó a su amigo el lobo y le dijo: Lobo, tú me harías un favor de ir a comprar un bizcocho a mi abuelita. Oh sí, Caperucita, yo con mucho gusto se lo compro. Entonces Caperucita le dio el dinero. Ah, y que preferiblemente sea de leche. Y su amigo el lobo se lo compró. Cuando iba de regreso, la la la la la, le dio el olor del bizcocho y pensó, ¿me lo como, o no? Al final no se lo comió. Cuando llegó, tocó la puerta y la abuela abrió: ¡Oh nooo, el lobo! ¡Fuera, fuera! Dándole con un bate de beisbol. Caperucita, mortificada, le dijo a la abuela: No, no, no lo golpees, que él es bueno y es mi amigo; él vino a traer un bizcocho de los que te gustan, mientras le daba con un salten por la cabeza para defender a su amigo el lobo.








MIGUELINA BAÉZ FELIZ
Edad: 13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.






De paseo a la playa con unas amigas

Caperucita Roja salió de paseo a la playa con unas amigas. En el trayecto ella sintió algo muy raro. Como un fuerte golpe en la cabeza. Cuando despertó no había sucedido nada. Volvió a dormir otra vez, de repente sintió que se le estaban mojando los pies, cuando despertó era en lobo que la estaba lamiendo. Lobo, ¿qué haces lamiéndome los pies? No puedo contener el hambre. ¿Me quieres comer?, creo que aquí hay un poco de pan. Ella le dio un pedazo y lo ayudó a ser más obediente. El lobo cambió su forma de ser y quedaron felices.



NICAURI CALDERON RAMÍREZ
Edad: 13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.



Caperucita vestida de azul
Caperucita se inscribió en la escuela y el primer día le fue muy mal. Se preguntarán por qué. Bueno, porque su capa era azul y no roja como le corresponde.

Caperucita era vendedora de empanadas
Cierto día Caperucita estaba vendiendo empanadas y se preguntó a sí misma: por qué estoy vendiendo empanadas? Y no llevándole la comida a la abuela.



NIKAURY MATOS MONTILLA
Edad: 13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.





Caperucita azul
Cierto día muy soleado iba caperucita roja por el pueblo en un burro. Iba a comprar verduras. Cuando llegó al mercado se dio cuenta que se le habían caído las monedas. Pero ya no podía retroceder porque venía de muy lejos. Venía de la Barranquita. Caperucita no sabía qué hacer. Tenía que comprar las verduras. Entonces le preguntó a la vendedora qué quería a cambio de las verduras. La vendedora dijo que tenía una ropa y una capa azul que no le gustaban y quería la roja. Caperucita se puso muy triste. Le gustaba mucho su capa, pero necesitaba las verduras y acepto. Desde aquel día no se llama Caperucita Roja.



RAMSES HIDALGO
13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.




Caperucita en una piscina

Caperucita Roja estaba en una piscina muy alegre, pasándola bien con sus amigos, comiendo moro de guandule con coco y carne de chivo, cuando la llamó el lobo y le dijo: qué lindos biquinis, Caperucita! Te ves hermosa. Gracias señor. El lobo le dice: Caperucita, quiero comer. Señor lobo, no le tengo miedo, cómo que no tienes miedo? Ya se te terminó tu tiempo y como eres un buen villano, te voy a dejar que cumplas tu último deseo: a ver, cuál es tu último deseo? Quiero que juguemos al escondite y Caperucita corrió y corrió hasta que llegó a la estación de policías, le  dijo a la policía que el lobo la quería  matar. El lobo se alejó de ella y más nunca se acercó. 



ROCIO ESTHER MATOS
Edad: 16 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.




Le gustaba el amor

Caperucita era llamada así por su gran capa roja. Era una niña que le gustaba el amor y decía que algún día quería enamorarse, pero que ese amor durara para siempre, mejor dicho, no quería sufrir. Estando un día con su abuelita haciendo galletitas, al ver una pequeña llamita en forma de corazón, sólo suspiraba, el amor resplandecido en llamas. En la casita Caperucita escuchaba unas melodías muy hermosas todas las mañanas. Era un sonido hermoso inspirado por un príncipe, creía Caperucita. Así que quería conocerlo ya que estaba enamorada, sólo de un simple sonido. Salió al bosque de donde venía la canción, pero Caperucita al encontrar justamente la persona, mejor dicho al lobo que cantaba esas canciones, nunca le pasó por la mente era él. Pero al fin de cuentas estaba enamorada. Y como dicen por ahí, el amor es caprichoso.







THALIA LISANDI ABREU RAMIREZ
15 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.





Caperucita

Una niña iba por el campo llorando y se encontró a su amigo, y el amigo le preguntó: ¿qué te pasa? Que no  encontraba a su muñeco lobo. Así llegó  a la escuela, triste, pero no terminó así, cuando la niña llegó a la escuela, encontró su muñeco. 




YAKAIRA MATOS MEJIA
Edad: 13 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.


Caperucita roja salió de compras al mercado con sus amigas. Compraron muchas cosas y fue tan increíble que se le robaron todo. Pero al fin de cuentas ella las encontró y supo después que fue el lobo. Luego se hicieron amigos y fueron tan felices. Después ella intentó comerse al lobo y no pudo.



YEIMI COMAS
Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.





 Caperucita  artista el arte.
Caperucita, una joven muy talentosa que le gustaba el arte de pintar, vivía lejos de pueblo, como quería realizar sus metas le pidió a su abuelita que se mudaran al pueblo donde estaban todas las posibilidades de ella poder obtener sus sueños de ser una famosa artista. Al mudarse al pueblo se inscribió en una escuela de arte. Caperucita muy entusiasmada asistía a sus clases. Una noche de tormenta, y ella en la escuela, no podía ir a su hogar, el clima estaba muy desastroso, lluvia, vientos fuertes y relámpagos. Llamó a su abuela para que la fuera a buscar. Ella pensó que habló con su abuelita. El lobo la fue a buscar, se montó caperucita en el auto, notó que su abuela no la saludó con amor. Miró que su abuela no tenía esa narizota, esa bocota ni esos ojotes, pensó desmontarse del auto pero el lobo  aumentó la velocidad y se cayeron las pinturas al cruzar un puente el auto se pinchó, ella muy asustada llamó a la  policía y le dio la dirección donde estaba. Capturaron al lobo y caperucita regresó a casa sana y salva pero triste.



YESENIA PEREZ VARONA
16 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.





Caperucita no es una niña

Para comenzar caperucita, no la que dicen en los cuentos: esa niña tan buena, agradable, dulce, simpática y obediente… huuuu. Quien la viera. Caperucita no es una niña, es una adolescente de 16 años que vive en Azua y estudia en un liceo, tiene dos grandes amigas: su abuela y su madre. Caperucita tiene el cabello negro con rayitos rojos y muchos piojos, se la pasa andando con sus amigas de aquí para allá. La última vez que fue a una piscina, vio a un amigo, tenía pila de tiempo que no lo  veía. Les dijo a sus amigas que miraran al frente para que vieran al gran amor de su  vida. Ellas se quedaron sorprendidas, al  ver ese muchacho tan lindo lleno de pelos por todas partes, por eso le llamaban el lobo, porque en verdad lo parecía. Caperucita le dirigió una mirada coqueta y se le acercó, le preguntó cómo estaba mientras le daba un beso en la mejilla. Después de un largo rato hablando, ella se despidió y él le pidió su número. Ella se lo dio. A la semana se hicieron novios. Lo que Caperucita no sabía era que cuando llegaba la noche el lobo se transformaba en drácula, que iba en busca de alimento por el parque a las doce de la noche, que en el  túnel que iba al frente de la  iglesia esperaba a sus víctimas. Un día, mientras él hacía sui rutina, una amiga de Caperucita lo vio y se lo dijo, ella no le creyó, pero la amiga insistía y le dijo que fueran donde él  acostumbraba a hacer lo que hacía. Esa noche no podía dormir, así que esperó las 12 y fue a la dirección acordada y lo esperó hasta que llegara y comenzar el  espectáculo. Algo falló, el lobo no llegaba. Eran las doce y media y Caperucita se desesperó, así que fue hacia el túnel y allí esperó al lobo.  Vio algo a lo lejos que la  llamaba, ella estaba temblando pero una voz la  llamaba, fue donde escuchaba la voz, le decía que  le contestara pero nadie le respondía, así quedó  asustada y temblorosa, rondando por el parque sin saber qué  hacer, cuando escuchó esa risa tan malvada detrás de ella, se apresuró a mirar hacia atrás, pero el sujeto la agarró por los brazos. Trató de cruzar la calle para pedir auxilio. No había nadie. Al parecer esa noche no tenía suerte, se lamentaba y lloraba sin cesar, estando al  frente del ayuntamiento se cayó y se dobló el tobillo, entonces vino el lobo que era Drácula, la  agarró por el pie y comenzó  a arrastrarla por la  calle hasta llegar a la heladería, la puso contra la pared y le dijo que no intentara nada o no volvería a ver la luz del día. Entonces él  rompió la  puerta de la  galería  y la  agarró por el pelo, la  puso contra la mesa, cuando se disponía a morderla, ella le dio una patada entre las piernas y  salió en busca de un objeto de madera, pero no lo encontró, así que recordó el crucifijo de plata que le había regalado su abuela y se lo clavó sin pensarlo dos veces, y este al momento desapareció.    








YISMEL VALENNY RUIZ MARTINEZ
12 años. Taller de Escritura Creativa, Azua. El Sur Cuenta.


Caperucita mamey

La mamá de Caperucita mamey la mandó a casa de la abuela a llevarle naranjas y se encontró con el lobo. Se hicieron amigas del lobo y se comieron las naranjas entre los dos.








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PUEBLO VIEJO DE AZUA







ADANNY PAULA REYES
Edad: 14 años. Sociedad Literaria y Cultural de Pueblo Viejo, Azua. El Sur Cuenta



Era un día especial

Era un día especial, porque era un día de semana santa, la mamá de caperucita roja la mandó a llevarle unas habichuelas con dulce a su abuelita que estaba muy enferma. La niña, como era tan obediente, se fue a llevarle las habichuelas con dulce a su abuelita, pero la niña cogió directamente por el camino de las ruinas,  la niña, al ver un chivito que era tan bonito, decidió quedarse un rato con él, jugando. Unas arañas que le querían picar al chivito pero caperucita roja no se daba cuenta que el lobo la estaba persiguiendo y estaba esperando que la niña se distrajera. Caperucita roja se entretuvo tanto que puso las habichuelas en el tronco de un árbol. Pero se dio cuenta de que era muy tarde y decidió continuar su amino, miró hacia atrás y hacia el frente y se dio cuenta de que el lobo se había llevado las habichuelas. La niña persiguió al lobo y le dijo: por favor, no me hagas sufrir más. El lobo se apenó mucho cuando la niña dijo eso y le devolvió las habichuelas y se marchó, y jamás volvió a caminar sola por las ruinas.


ANEIRON MENDEZ MONTAÑO
Edad: 19 años. Sociedad Literaria y Cultural de Pueblo Viejo, Azua. El Sur Cuenta



Voy para casa de la abuela

Caperucita era una niña muy bonita. Su mamá la mandó a llevar un pastel a la abuela y cruzando por el puente, salió un perro muy grande y le dijo: ¿hacia dónde va una niña tan bonita y sola? Voy para casa de la abuela, -dijo Caperucita-, que queda por las ruinas de Pueblo Viejo. El perro salió de prisa, diciendo en su mente: otra más, ésta me la como yo antes que llegue donde la abuela. Caperucita se iba entreteniendo con los árboles, mientras que el perro se comía a la abuela. Cuando caperucita llegó tocó la puerta y el perro dijo: entra, qué me traes aquí? traigo un pastel de parte de mi madre. Ponlo en la mesa  y ven. Se acercó y le dijo: Abuela, qué ojos tan grandes tienes? Es para verte mejor. Y la niña con tanto miedo corrió y el perro salió tras ella y apareció un hombre que le dio una pedrada y Caperucita regresó feliz. 






DANYI ELIZABETH PEREZ
Edad: 9 años. Sociedad Literaria y Cultural de Pueblo Viejo, Azua. El Sur Cuenta


Por las ruinas de Pueblo Viejo

Caperucita iba caminando por las ruinas de Pueblo Viejo y se entretuvo con el chivo y la araña, y el lobo le dio tiempo de vestirse de la abuelita para comerse las habichuelas con dulce. Después se quiso comer a caperucita.


IANDRA CESPEDES
Edad: 11 años. Sociedad Literaria y Cultural de Pueblo Viejo, Azua. El Sur Cuenta



Y en el camino se encontró al lobo

Una tarde caperucita roja iba pasando por las ruinas y en el camino se encontró al lobo y el lobo le dijo. ¿Niña, a dónde vas? Voy donde mi abuelita a llevarle estas habichuelas con dulce. Y cuando el lobo supo para dónde ella iba, salió corriendo hacia la casa de la abuelita, porque ella se quedó jugando con el chivo y las hormiguitas. Pero cuando Caperucita Roja llegó a la casa de la abuelita, Te traje unas habichuelas con dulce, le dijo. Abuelita, qué te pasa? por qué tienes esas orejas grandes? es para oírte mejor. Abuelita, tienes las piernas muy grandes. Es para caminar mejor. Tienes los dientes muy grandes? es para comerte mejor. Entonces Caperucita Roja salió corriendo. Auxilio! me quieren comer. Y apareció un matador de pájaros. Suéltala! No me la comeré, dijo el lobo, y el hombre disparó y el lobo cayó en un hoyo. Entonces caperucita pudo salvarse y rescatar a la abuelita.








RUBERKY LEMOS PEREZ
Edad: 12 años. Sociedad Literaria y Cultural de Pueblo Viejo, Azua. El Sur Cuenta


Al lobo le apetitó la merienda

Una tarde Caperucita fue a llevarle su medicina a la abuelita, entonces se encontró con el lobo por el camino. Al lobo le apetitó la merienda que caperucita le llevaba a su abuela. Caperuza iba muy contenta por el camino y dijo al fin: llegué a donde mi abuela, y al ver a su abuela tan rara, dijo caperucita: abuela, ¿qué ojos tienes? Son para ver mejor. Qué nariz tan grande? dijo Caperucita, asombrada. Qué cabeza tan grande. Asombrada corrió Caperucita, se tropezó con un tronco y se guayó: corre, corre, tenemos que agarrar ese lobo malo. Atraparon al lobo y rescataron a la abuela.





YOENIL GARCIA CASTILLO
Edad: 11 años. Sociedad Literaria y Cultural de Pueblo Viejo, Azua. El Sur Cuenta



Una niña vestida de rojo

Era una niña vestida de rojo. Era muy dulce y cariñosa. Le gustaban los animales. Una tarde su madre la mandó a llevarle unas habichuelas con dulce a su abuela que estaba enferma. Pero el lobo las escondió y se vistió de abuelita, mientras caperucita roja se entretuvo con un chivito y una araña que lo quería picar, y cuando llegó a la casa de la abuelita, le dijo: Qué boca tan grande tienes?... que piernas tan grande?... y todo pasó porque su hermano la dejó sola y se fue para la fuente.






YULISA NOVA VARGAS
Edad: 13 años. Sociedad Literaria y Cultural de Pueblo Viejo, Azua. El Sur Cuenta


Habichuelas con dulce para la abuela

1
Una Caperucita estaba en su casa y su mamá la mandó a llevarle unas habichuelas con dulce a la abuela.

2
Mientras Caperucita jugaba con las arañitas de las ruinas, el lobo se le llevó las habichuelas con dulce y mientras la niña se entretenía, el lobo se comió a la abuela.

3
Caperucita estaba llorando mientras el lobo se burlaba de ella. Caperucita le pidió al lobo que no la hiciera sufrir más, y así el lobo le pidió perdón.







 
                                 


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OCOA






ESTEFANY PUJOLS
Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Caperucita Roja, en un atardecer solitario

En un atardecer solitario, iluminado por un cálido sol, se encontraba una niña  en el parque, en el banco más próximo a la iglesia. Desesperadamente analizaba la situación por la que atravesaba el pueblo. Envuelto en el abuso de poder, violencia, desapariciones en circunstancias sospechosas, en fin, desbalance total. Se acerca un señor de apariencia extraña y humildemente se saludan. “Me llamo Salvador”, dijo él. “Yo Caperucita –dijo la niña–encantada”. Al mismo tiempo que una brillante sonrisa acompañó su tierna y preocupada carita. Pues bien, la niña inmediatamente le planteó sus preocupaciones. El señor se conmovió. “Descuida, sólo necesito una motivación para cambiar la situación. Alégrate, el mañana será mejor.”


DANERINA MENDEZ
Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Caperucita concentrada en su BB

Caperucita estaba concentrada en su BB. Su mamá, que estaba muy dedicada a sus uñas, ¡imagínense!, se hizo un arcoíris en las manos: una roja, una verde, amarilla y azul. Decide llamar a su hija:
-Caperucita, Caperucita, ven acá, niña. Ya son las dos de la tarde y tú con ese aparato en las manos. Ven a llevarle la comida a la doña que está jugando bingo y no cocinará hoy.
Piensa Caperucita: “Ahora si es verdad. Una cosa que por ahí no hay señal para mi celular. Voy a pedirle al Lobito que me lleve en su Hardalie. Como un rayo aparece Oscar en su casa. Caperucita se prepara. Se hace una cola en el cabello, lentes de sol y abrigo rojo. A la mitad del camino el lobito le propone que mejor se vayan a la piscina y que luego le lleven la comida a la abuelita. Caperucita acepta y se van a dar el gran chapusón. El reloj marca las 4:50 y Caperucita que no llega. La abuela, preocupada por la tardanza de Caperucita, se pone bien coqueta y sale a buscar a su nieta. La encuentra en el callejón montada en la passola  con el Lobo, toda mojada.
-Caperucita, ¿qué te pasa?
-Ay, abuelita, es que no sabes, cuando bajamos a la Duarte, estaba cayendo un aguacero inexplicable. ¿Puede usted creer esto?- dice el Lobo, con cara de ingenio. La abuela los ve  con cara de detective, frente a una ligera penitencia para los acusados.  Suena el ALCATEL del Lobo; era su amigo el leñador y le dice:
-Loco, ¿y dónde tú´ ta?
-Oh! estoy en casa de la abuelita, estábamos en piscina.-
-Ups! se me chipoteó- dice Lobito.
-Caperuza, ¿Y no era por un charco de agua que los había mojado?
-Hello! Abuela, pues claro. Acaso la piscina no está cerca de aquí y es un charco grande, y con esta lluvia, ¡imagínese! Nadie se había percatado de que fallaba algo, sólo Lobito, y era la canasta de la comida. La habían dejado en casa. Como castigo tuvieron que regresar a buscarla. Y Caperucita publicó en su perfil de facebook: BBpintauñashondalie, piscina, y bingo ¡Uff! Un día ajetreado. “Ni siquiera la ve en mi perfil”. 







CLAUDIA ARIAS CASTILLO  
15 Años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Espérame ahí

Caperucita, una tarde, iba para donde su abuelita a llevarle una canasta con postres. Y más allá, en el camino, salió de entre los árboles un  lobo que quería comerse lo que la Caperucita llevaba en la canasta. Y el lobo le dijo: ¿Qué llevas en esa canasta?. Y la Caperucita respondió: Unos postres para mi abuelita, ¿Pero no me harás daño, verdad? Te doy todo lo que quieras, pero no lo que le llevo a mi abuelita, porque es su cumpleaños y mi mamá se lo preparó con mucho gusto. Te traeré algo de  mi casa después que venga de llevarle los postres a mi abuelita, espérame ahí.

ADAIRIS CASTILLO
 14 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

La niña inteligente

Caperucita  Roja, niña inteligente que cualquiera que la ve se queda encantada con ella, a los profesores los tenía encantados con su capacidad de aprender las cosas difíciles. Una vez iba para su casa y sentía que alguien la seguía,  miró atrás y vio a un hombre  detrás de ella.  Siguió caminando y volvió a ver al mismo hombre y le dijo: ¿A caso usted me está siguiendo? Y él le contestó: sí, te estoy siguiendo, quiero ver a tu abuela que hace mucho que no la veo. ¿Y usted quién es? Soy un viejo amigo. Pero en realidad era el Lobo del que la abuela le contaba en las historias. Ella lo llevó a su casa y la abuela se sentó a hablar con él y la niña.  Luego Caperucita los dejó solos porque tenía que ir a un curso de inglés. Cuando la niña regresó a la 8:30 y no vio a su abuela ni al señor alto, se preocupó. Fue donde su vecino y le dijo: ¿Usted ha visto  a mi abuela? No la he visto desde esta tarde. La niña fue donde su otra vecina: ¿Ha visto mi abuelita? Sí, está en casa de un hombre alto que estaba allí esta tarde. Caperucita fue para donde una amiga y por el camino ha visto al Lobo y le pregunta: ¿Dónde está mi abuela, Lobo? Él le responde: Ya está en mis manos y jamás la voy a dejar libre. La niña, llorando, le dice: Si no la suelta por las buenas, lo harás... ¿Qué va a hacer una niña como tú Caperucita? Caperucita se fue y regresó con todos los vecinos y entraron a la casa del Lobo, pero el Lobo pudo escapar, todo ensangrentado y lastimado. Y Caperucita Roja siguió siendo la misma niña inteligente, con su abuelita a su lado, como siempre,  y al Lobo nunca más lo volvieron a ver por el barrio.


CARISSEL SOTO CASTILLO
12 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.


La abuela y  Caperucita escondidas

Cuando Caperucita Roja iba camino a la iglesia, el Lobo le preguntó: ¿Dónde está tu abuela?: Está en el parque, dijo Caperucita.  El Lobo fue inmediatamente donde se encontraba la abuela y se la llevó a un sitio muy solitario y aterrador. Al día siguiente el Lobo fue a ver cómo había amanecido la abuelita. No la encontró. El Lobo, enfurecido, fue donde Caperucita y le preguntó: ¿Dónde está la abuela? Y Caperucita, del miedo, no le contestó. A la media hora la abuela salió por la puerta de atrás. En su casa se sentó y tomó un descanso, se acostó a pensar que si el Lobo iba a su casa, no podría hacer nada porque estaba muy débil. El Lobo, que fue otra vez donde Caperucita, toca y toca, hasta que Caperucita abrió. El Lobo la agarró y la amarró de un palo; duró un día secuestrada. Luego la abuela fue donde estaba Caperucita y mientras el Lobo le hablaba fuertemente, con terror, la abuela agarró un palo y le dio detrás del cuello, el Lobo cayó inmediatamente, la abuela desamarró a Caperucita y se fueron a la casa a tomar un baño y a refrescarse. Al día siguiente la abuela y Caperucita fueron a ver si el Lobo estaba. Lo encontraron tirado todavía. Al rato se dieron cuenta que lo habían matado. Y vivieron sin miedo y felices.
  

CAMILA SANTO PIMENTEL
13 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

La Caperucita Moderna

La coqueta, mi vecina, Caperucita, tenía que ir al Limonar a llevar la comida, pero había algo que le encantaba mucho: pasar por el parque donde siempre estaba el chico llamado El Flow. El Flow la invitó a la discoteca a bailar y a beber.  Ella le dijo: espérame mañana  a las 9:30 de la noche. Y él le dijo: ¿Por qué tanto tiempo? Y ella le contestó: tengo que ir al salón a arreglarme el pelo y a hacerme un manicuri para ponerme linda. Al fin llegó donde su abuela la señorita  Caper, y la abuela le dijo: Por qué coges con tanto sol para acá? Abue, es que estoy enamorada. Pero niña, ¿De quién? Del chico que está sentado en el parque. Bueno, ve a tu casa y díselo a tu madre para ver lo que te dice. Mamá, Mamá, ¿me puedes dar dinero para salir con un chico? Sí, claro, coge del cofre que está en la mesa. Fueron a la discoteca, bailaron, bebieron y fueron al cine, pero ella tenía que irse a su casa antes de las 3:00 am y llegó a las 3:01, y su madre le dijo: Caperucita, ¿qué te pasó? Nada que me molestara. Amaneció y fue donde mí y me contó todo lo que sucedió con punto y coma. Pero ella se sintió mal porque desobedeció a su mamá, pero su madre la perdonó.  Entonces salió de gira par Horma y allá nos encontramos con Petete el come gente y cuando él sacó el cuchillo, ella sacó la cesta de sorpresa y lo mató.






ROBELINA FUENTES
11 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

La Caperucita interesada

A Caperucita le gustaba vestirse color morado, más cuando iba a las fiestas con su comprometido Fernado Colunga, ya que era famoso, no lo quería dejar porque la Caperucita no sólo quería estar con él sino también por interés, porque él era el que le daba el dinero de  comprar la ropa y lo que quisiera. Un día Caperucita conversaba con su amiga Alicia, ya que era su mejor amiga y le contó lo que estaba haciendo. Alicia le dijo que estaba mal, pero Caperucita no le quiso hacer caso y le dio una mala respuesta, diciéndole: no te entrometas en mis cosas, y se marchó. Pero lo que no sabía Caperucita era que Fernando estaba escuchando. En la noche, a eso de las 8:30 Fernando fue a la casa de Caperucita y le llamó la atención por lo que estaba haciendo, lo estaba engañando, porque lo que le interesaba era el dinero. Caperucita le suplicó que la perdonara, le costó mucho trabajo pero, Fernando la perdonó. Al año Fernando se fue a vivir a España, allá se encontró a alguien que lo quería de verdad, mientras Caperucita aprendía la lección.




YINDY MASSIEL DÍAZ SOTO
12 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Caperucita Roja y el Lobo

Caperucita era educada, bonita,  de estatura bajita; le gustaba meterse en problemas. Un día su madre se enfermó  y ella no sabía qué hacer, llamó al doctor  y el Lobo estaba encima de la chimenea escuchando, y de pronto pensó: si yo me visto de doctor me dará muchos pastelillos. Tocó la puerta y Caperucita enseguida fue a ver quién era: Soy el doctor. Ella, creyendo que era el doctor le abrió y le dijo:
-¿Qué ojos tan grandes tiene?
-Es para examinarte mejor.
¿Qué orejas tan grades tiene?
-Son para escucharle mejor.
-¿Doctor, de donde es usted?
Yo soy del bosque, yo soy el Lobo, ya me comí a tu Mamá,  y ahora te comeré a ti, y en ese momento llegó el leñador y le dio una paliza y le rajó la barriga. Del Lobo se sabe que quedó paralítico en una cama.




YENNIFER ORTIZ
13 Anos. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.
 
La verdadera historia de Caperucita

Había una vez una niña llamada Caperucita Roja, pero, su nombre verdadero era Penélope Monchaka. 

OREIMY BREA PUJOLS
13 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Tenía 10 años de edad

Esa niña tenía 10 años de edad, le gusta mucho estar en el parque para divertirse con sus amigos; vive en San José de Ocoa, su artista favorito es Secreto, el famoso “Biberón”. Cuando va a las fiestas le gusta ir con vestido azul, con zapatos azules y venda azul; todo azul. Ella tiene los ojos canelos, la boca grande y el pelo largo…Un día le dijeron: ¿Quieres ir al bar? Ella, muy campante le dijo que sí, pero lo que ella no sabía era que ese niño era un Lobito.  Pero ese lobito no le quería hacer nada, solamente le quería invitar a salir, pero un día el primo de la Caperucita Roja le trajo una computadora muy linda, entonces el primo de la Caperucita le dijo vamos a dialogar. El primo de la Caperucita le preguntó cómo te has portado con tus amigos, la Caperucita dijo: Bien. ¿Y tú cómo te has portado con tu abuelita?: Bien. Pero lo que la Caperucita no sabía era que a la abuelita la habían secuestrado, y la Caperucita se preguntó quién había secuestrado a su abuelita. Luego la Caperucita se fue de viaje a Miami, buscando a su abuelita en todas partes. En el bosque se encontró a un Lobo y la Caperucita le preguntó: ¿ha visto a una señora mayorcita de pelo blanco, bajita? El Lobo dijo: No. Pero el Lobo era quien había secuestrado a la abuelita. Luego la Caperucita llegó a una casa y tocó la puerta;  quien abrió la puerta fue la abuelita, Caperucita la abrazó y le dijo: vámonos para San José de Ocoa a bailar un poco de Dembow en la tarima, y la abuela bailó hasta que amaneció. Y fueron muy felices.

ARISLEIDY TEJADA CUSTODIO
13 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Caperucita  Azul                                                        

Una niña muy inteligente, juguetona, de ojos azules y piel clara, llamada Caperucita Azul; de gustos muy extraños, como sus demás amigas, le gustaba salir a pasear, ir de compra. Era una niña tranquila, en algunas ocasiones cuando estaba sola, le gustaba estar en su casa, escribir, dibujar y jugar Baseball. Un día decidió salir a dar una vuelta por el parque, y fue a buscar a su abuela pero esta se acababa de mudar y Caperucita no se sabía el camino; entonces se encontró con un lobo llamado Max. Era un  lobo que se hacía trenzas el pelo, se amarraba pañuelos en los brazos y las piernas y en algunas ocasiones se convertía en carnívoro. El lobo estaba invitando a Caperucita a bailar Dembow y a tomar cerveza, pero ella no aceptó. Le preguntó si sabía dónde vivía su abuelita y el lobo, muy enojado, le contestó: - Hay dos caminos: uno largo y uno corto, ¿Cuál quieres que te recomiende? Caperucita le contestó: El camino corto. Pero el lobo en vez de recomendarle el camino corto le recomendó el largo, para él irse por corto y llegar primero y comerse a Caperucita. Cuando llegó a la casa tomó sogas, zapatos, un vestido muy sexi y un sombrero, y se vistió como la abuelita. Cuando Caperucita llegó a la casa, dijo: - ¡Abuelita! ¿Cómo estás? ¡Te he extrañado tanto!
-¡Qué ojos tan grandes tienes! 
-Son para verte mejor.
-¡Qué nariz tan grande tienes!
- Es para olerte mejor.
-¡Qué boca tan grande tienes!
En ese instante Caperucita se dio cuenta de que no era su abuelita y salió en busca de ayuda, se encontró un señor que limpiaba alcantarillas y le pidió que la ayudara y fueron a capturar al lobo. Cuando llegaron el lobo se iba a comer a la abuelita y el señor le dio por la espalda y cayó como una guanábana y llamaron a los policías.










LUIS A. ENCARNACIÓN
 13 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Caperucita llega tarde a misa

Caperucita fue a la Iglesia  y el padre le preguntó:
-¿Caperucita, y por qué llegas tarde a la Misa? y Caperucita respondió:
-Padre, discúlpeme, es que tengo demasiados compromisos.
-¿Y cuáles son esos compromisos?
-Es que mi abuelita está enferma, le ha dado trombosis tres veces.
-Pues tráela a la Iglesia- dijo el padre.
-Padre, mi abuelita está invalida y no sé cómo traerla. Padre, me tengo que ir, dejé a mi abuelita sola, ahora me recuerdo que vi al lobo cruceteando para arriba y para abajo y no le di mucha importancia.
Cuando fue a la casa no vio a la abuela y muy asustada, gritó: “¡abuela, abuela! ¿Dónde estás? Perdóname por dejarte sola, haré lo que me pidas”. A Caperucita le faltaba un lugar dónde buscar y era el baño, fue  a lavarse la cara y encontró a la abuela.
-¿Abuela quién te trajo? No puedes caminar.
-No creerás quien me ayudó.
-¿Quién, abuela? 
El que me ayudó fue el lobo.
Caperucita se relajó y dijo:
-¿Abuela, dónde está el lobo?
-En el mercado haciéndome la compra.
El lobo llegó del mercado y comenzaron a compartir. Y Caperucita aprendió  que nunca nadie es tan malo, y que hay que aprender a querer, cueste lo que cueste.



NIXALIS YRLANDIA PIMENTEL ENCARNACIÓN
Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Versión sobre Caperucita

Yo creo que Caperucita es una pelirroja,  muy candente, que mientras se comía la comida, su abuelita quizás moría de hambre, por lo tanto, ella era la que buscaba contacto con el lobo y no el lobo quien trataba de robársela. Mi historia es que Caperucita ya no es la misma que conocemos, sino que en su entorno se cree la fabulosa, y  con esa nariz que parece alcantarilla y sus nalguitas paradas cree que es la bebe. Pero en realidad es patética, y en su entorno, es decir, en su alrededor, cree que  es la mejor, quiere sobre salir en todo y no se da cuenta que por más que se crea no es mejor que nadie, el mundo no gira a su alrededor. Por lo tanto,  si tuviera un poco de inteligencia, se diera cuenta que lobito ya no la quiere. 


ANA JOSEFA B. CRUZ
12 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Quería ser Caperucita

Una niña quería ser Caperucita y quería soñar que la capota que llevaba era rosada, y le gustaba ayudar a los demás.  Un día la madre la mandó a llevar un regalo a su amigo que cumplía años y por el camino el lobo le quería hacer daño, pero ella no lo sabía y el  lobo le dijo que la iba a acompañar, y ella le dijo que sí. Por el camino el lobo iba con la lengua afuera del hambre. Por fin llegaron a la casa de su amigo y Caperucita le dio el regalo y su amigo se puso feliz. Pasaron las horas y Caperucita le dijo  que tenía que regresar a su casa. Pero el lobo la iba persiguiendo, en el bosque, Caperucita se perdió y el lobo le dijo: “te voy a comer”. Caperucita, con miedo, se fue corriendo y llegó a una casa y la Ada Madrina de Caperucita le dijo al lobo que la dejara en paz. El lobo no quería hacer caso y la Ada Madrina, con su varita mágica, puso al lobo bueno y se llevaron bien todos con el lobo y fueron felices por siempre.






SHEILA INDIANA MEJÍA  MEDINA

13 anos. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Una niña muy elegante y un Lobo muy aterrador

Una niña muy elegante que le llamaban Caperucita Roja, iba para la iglesia y el lobo le preguntó: “¿Dónde está la abuela?” y ella le respondió: “en casa”. El lobo fue corriendo a buscar la abuela y se la llevó a un lugar muy aterrador donde nadie la podía encontrar. Luego Caperucita fue a su casa  y no encontró a la abuela y se preguntó ella misma: “¿Dónde está la abuela que no la veo?” Luego Caperucita fue a la iglesia corriendo y dijo:
-¡Padre, padre! Le tengo que decir algo.
-Dime, hija, ¿qué pasa?
-Que la abuela no está en casa.
-Hija, entonces vamos a buscarla.
Y fueron en compañía, y camina y camina y no la  encentraron, hasta llegar a ese lugar tan aterrador donde encontraron a la abuela. Y Caperucita le preguntó: Abuela, abuela, ¿qué te pasó?  “El lobo me trajo a este lugar”.

YANIBEL DE LOS SANTOS
13 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

La Caperucita Roja divertida

Caperucita Roja tenía un amigo que le gustaba bailar Dembow al igual que ella. A ella le gustaba ir al parque y a las discotecas. Era muy feliz con su amigo Alex. Cuando ella va de camino a buscar a su amigo Alex, se encuentra con un señor vestido con un pantalón tubito y una gorra a lo Jow, ese señor  gigante era el lobo. Después se va para el salón a ponerse un tinte pelirrojo y a ponerse más linda para irse a la discoteca con su amigo Alex. En su casa le  dice su mamá: “Pero mi hija, ¿dónde andabas? Y ella le dice: “Mamá, andaba divirtiéndome con mi amigo Alex, y cuando venía de camino me encontré con un señor gigante”.  Y desde entonces ella fue feliz con su amigo Alex.


ESTEFANY BREA PUJOLS
 14 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

La Caperucita Roja Contenta

Una joven  llamada Caperucita Roja, era  muy contenta, le gustaba bailar y cantar. Siempre que escuchaba un Dembow de Secreto, Pablo Pidii, se ponía a bailar y a cantar, como siempre hay un intruso cuando una persona está contenta, llegó el lobo con su filin: un pantalón tubito, y unos tenis vacanos, o sea, bien vacanos, como si fuera un artista. La Caperucita se asustó y le preguntó:
-¿Qué haces aquí? Tú siempre estás de intruso molestándome.
-¡Tú crees que nada  más eres tú que te puedes divertir!
 -Okey, pero no me hagas daño.
-! Eso crees túuu!- respondió el lobo en su mente.
 Al lobo siempre le gustaba llamar la atención, pero ella seguía cantando y bailando, asustada, pero sin hacerle caso. Después que pasaron horas la Caperucita Roja fue donde su abuela y le dijo que el lobo siempre la molestaba, que cuando ella estaba contenta el lobo llegaba y le decía cosas feas. Pero un día ella estaba sola cantando y bailando muy contenta y llegó el lobo y le dijo:
-Me voy de Ocoa, para ver si tú puedes ser feliz.
-Aunque a veces me molestes, somos amigos.
- No voy a cambiar mi decisión.
Al pasar el tiempo ella bailaba, cantaba y siempre creía que iba a llegar el lobo. Un día llegó el lobo y saludó a todas las personas que siempre le daban la espalda,  lo saludaron y él le pidió perdón a todos y no fue donde la Caperucita que siempre bailaba y cantaba. Les preguntaba a las personas por ella y por la abuela y  no le respondían porque creían que le iba a hacer daño.  Luego fue a la casa de la abuela y ahí estaba la Caperucita, se perdonaron y fueron al parque, al bar, a la discoteca y siempre juntos como amigos bailaban.









ANA PAULA
11 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Caperucita Roja y su nueva versión

Caperucita Roja era una niña de pelo largo y rojo, tamaño mediano y ojos negros. Era educada, con notas muy altas y los maestros les decían que era muy buena. Era muy graciosa y le gustaba meterse en problemas. Un día se fue a atrapar mariposa al bosque y su madre llamada Rogelia le dijo: “Ten cuidado, no te  metas en problemas” Y ella, riéndose, le contestó: “No madre, te aseguro que no me meteré en problemas”. Pero pasaba por ahí el lobo y dijo: “¡Wao, que linda y apuesta eres!”. Y ella, corriendo, se fue al la casa. Pasaron días y días y Caperucita fue al cuarto con su madre y vio que estaba muy mal del cuerpo, no sabía qué hacer, llamó  a un doctor, el lobo, que  estaba pasando por ahí, dijo: “Ahora es mi oportunidad”. Apenas llegó el doctor, el lobo lo amarró de un árbol: “No llames a nadie, porque si lo haces te voy a comer”. El doctor, asustado, dijo: “Está bien, haré lo que digas.” El lobo se puso la ropa, se disfrazó de doctor, lo llamó y le dijo a caperucita: “Espera en la sala, yo te llamaré”. “Está bien”, dijo. Pasaron horas y ella se preguntaba: ¿Qué estará pasando allá arriba? El lobo la llamó, abrió la puerta  y ella dijo: “¡wao! ¡Qué orejas tan grandes!”. “Son para escucharte mejor”. “¡Que ojos tan grandes!”. “Son para ver mejor”. “Y qué boca más pequeña”. “Es para no rugir”. Pasaron meses y su madre se curó y ella estaba muy feliz, pero no sabía que su madre había hecho un trato, que si se sanaba iba a concederle al lobo una cena con ella. 


JOSEYLA ORTIZ
Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Caperucita Roja va para la casa  de la abuela

 A Caperucita, le gustaba pasear mucho  por el bosque, era educada, bonita e inteligente, pero un día se encontró con un gran lobo de color negro, pero el lobo no era lobo solamente, porque tenía la cabeza de lobo, el cuerpo de mariposa  y los pies de caballo, y Caperucita, al verlo, sintió miedo. Habían dos caminos: el largo y el corto. Caperucita se fue con la canasta por el camino más largo; pero como el lobo no era tonto tuvo la idea de irse por el camino más corto. Llegó a la casa y entró a la pobre abuelita en el armario. Se puso la ropa de la abuelita y se acostó en la cama, cuando Caperucita llegó a la habitación vio al lobo y lo reconoció porque lo había visto antes. Caperucita fue a casa de su tío, y fueron a casa de la abuela; abrieron el armario,  y la sacaron. 


SHEILA CASADO
17años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Mi historia de Caperucita Roja

En un día como todos los demás, la chica alta, con cuerpo de modelo y hermosa cabellera, se dirigía a casa de su mejor amiga, Lili. Claro, antes, su complicada abuela le había dicho: “Nomás te digo, Caperuza, no quiero cuentos, y no llegues tarde”. A lo que ella respondió: “Sí, sí, sí, ya lo sé”. Al salir de su casa pasó a su lado un chico muy aparente en una camioneta roja, a lo que ella respondió: “¡Qué emoción, su camioneta hace juego con mi cabellera!” Éste se detuvo junto a ella y le dijo: “Hey, bella ¿Te llevo? A lo que ella, sin basilar, dijo: “¡Claro!” “¿Cómo te llamas?” “Caperuza”, dijo ésta rápidamente. “¿Y tú?” Preguntó ella. “Marcos”, respondió él, con una sonrisa. “¿Y para dónde vas?” “A casa de una amiga”. “Oh! Y qué te parece si damos una vuelta, antes de ir a casa de tu amiga?” “No sé, no te conozco”. “No me conoces, pero subiste a mi camioneta, y no te he hecho nada malo”. “Tienes razón. Okey. Demos una vuelta”. Pasaron varias horas y ella continuaba en su paseo, tras tanto tiempo Marcos tomó confianza, a lo que Caperuza no presentó ningún inconveniente. Marcos se acerca lentamente y la besa. Ella accedió. Luego intenta tocarla, pero ella inmediatamente responde con una tremenda galleta:
- ¿Qué te Pasa? ¡No seas tan fresco!
Marcos responde, furioso:
-¿Qué te pasa a ti? Te subiste en mi camioneta, te compré todo lo que quisiste, te besé y luego no me dejas hacer más nada.
-¿Entonces me estás cobrando? Mira, llévame rápido donde me encontraste.
- Yo no te llevo a ningún lado, vete a pies.
Marcos hace que baje de su vehículo, e inmediatamente acelera. Caperucita, luego de caminar varios kilómetros, llega  a su casa y su abuela le pregunta: “¿Dónde estabas? “Donde Lili”. “¡Mentira!, porque Lili estaba aquí.” Caperucita se pone a llorar y cuenta todo. “¡Pero es que tú eres loca!”, le dijo la abuela. Luego de muchos reclamos Caperuza aprendió la lección, le pidió disculpa a su abuela y no lo volvió a hacer. 
    






KENDRA MEJÍA CASADO
13anños. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.


Mi versión sobre la Caperucita Roja

Era un día como cualquier otro donde Caperucita salió a llevarle galletas a su abuela, brincando y saltando.  Cuando iba por el camino volteó, pero no vio nada, siguió brincando y saltando y volvió a sentir el ruido, miró de repente y vio a un lobo con dientes filosos, garras y pies gigantes, pero el lobo no era malo como se veía, Caperucita pensó que sí, ya que se veía tenebroso, empezó a correr y el lobo le dijo:  Espera, espera, quiero ser tu amigo,  porque me da mucho trabajo hacer amigos, siempre corren, gritan y hasta se desmayan, Caperucita paró  y le dijo: no te preocupes yo seré tu amiga desde  ahora en lo adelante, el lobo sonrió y desde entonces no hay más lobos feroces en el bosque.


YHONNY
13 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

El lobo me quiere comer

Caperucita Roja iba por el camino a llevarle la canasta a la abuela, llegó a la casa le preguntó:
- ¿Qué ojos tan grandes tienes?
-Es para verte mejor.
-¿Y qué pencos dientes tienes? 
-Es para comerte.
Y Caperucita gritó y gritó: ¡Ayúdenme, el lobo me quiere comer!, y la abuelita salió del almario y le cayó  atrás,  y el lobo no volvió a molestar.

YOSEIVI ARISTI
16 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

Hace mucho tiempo

Hace mucho tiempo una niña muy bonita: tenía los ojos canelos, pelo castaño  y piel clara. Su madre decidió enviarla a la casa de su abuelita a llevarle una cajita con frutas que eran saludables para la abuelita, ya que estaba enferma y no podía buscar las frutas ella misma. Caperucita, que vivía en el pueblo de Ocoa, decidió  tomar un concho  y se quedó en el parque dando una vuelta, pero sin saber, se perdía de ruta. Caminó y caminó hasta llegar al centro de Sabana Larga y se le apareció un hombre tan feo, pero tan feo, que parecía un lobo, pero solo parecía, no lo era. Y ella le dijo: “Puede decirme ¿dónde vive mi abuelita?” Te diré si me dices qué llevas en  la canasta”. Ella contestó: “Llevo una cobija y frutas para mi abuelita… por favor, ahora sí puedes decirme dónde vive. Dice el lobo: “ella vive en el Limonal, para poder llegar, tienes que subir derecho, doblar a la izquierda en la primera calle y luego, subir hasta llegar al Colmadón del Limonal, luego bajas y ahí, en la casa pintada de azul, ahí vive tu abuelita”. El lobo, creyendo que era inteligente, sólo subió derecho y dobló a la izquierda hasta llegar a la casa de la abuelita; le dijo a la abuelita que había una fiesta en el Colmadón donde todos estaban bailando y disfrutando del ambiente. Sin saberlo, había mandado a la abuelita por la misma ruta y cuando Caperucita y la abuelita se juntaron decidieron quedarse en el ambiente y disfrutar de las frutas que Caperucita había llevado. Sin saberlo, ya la abuelita está aliviada de la gripe y no era necesario quedarse en la cama. El lobo estaba en la casa de la abuelita, horas y más horas esperando a la Caperucita hasta que se cansó y decidió  irse a su casa, es decir, que no pudo hacerle daño a la niña, porque sin saberlo, ya ella estaba disfrutando de las frutas y el delicioso ambiente del Limonal.









JOEL M. MEDINA
19 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.


Por llevarse de la ambición

Era una joven divertida que vivía en la vuelta de Lina, a la cual le gustaba mucho la diversión, pero le ocurría un problema,  era muy pobre y no podía asistir a los lugares que le agradaban, ya que eran muy costosos y no contaba con los recursos necesarios. Pasó un día por el parque, se encontró con un animal, de raza Burdot, al cual le contó todos sus problemas, pero el malvado aprovechó la oportunidad para proponerle un negocio, el cual ella aceptó, diciéndole: “Si de dinero se trata, yo hago lo que sea”. El animal le contestó: “Empezará a trabajar hoy mismo conmigo, y para empezar nos vemos esta noche a las ocho”, y así lo hizo. Cuando llegó al parque, el animal le dijo que tenía que ir a llevar ese paquete al callejón de la esquina, “pero no puedes abrirlo, te estarán esperando allá”. Y pasaban los días y caperucita seguía haciendo lo mismo, porque todo iba bien, pero un día, inesperadamente la detuvieron con un cargamento de drogas. Por lo cual cumple cinco años de condena por llevarse de la ambición.




MARIELSI FELIZ
Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.

¿Para dónde vas?

Caperucita iba para la escuela y el lobo le preguntó: ¿Para dónde vas? Para la escuela a estudiar. Cuando iba saliendo de la escuela se encontró en la puerta con el lobo de nuevo y él la persiguió por todo el camino hasta llegar  la casa de la abuelita. Al día siguiente, Caperucita se fue a la escuela y vio al lobo fuera de la casa de la abuelita. Cuando regresó a la casa dijo: ¡abuelita, abuelita, dónde estás! Le respondió, con voz feroz: Estoy en el cuarto, mi hijita. La niña entra al cuarto y le pregunta: ¿qué te pasa abuelita, y por qué estás así? Yo no soy tu abuelita, yo vine por ti y tú vendrás conmigo a mi casa, y si no quieres me como a tu abuelita. La niña, muy asustada, preguntó: ¿y mi abuelita dónde está? Está escondida y no la vas a poder encontrar. La niña sale corriendo y llorando y su vecino la detiene y le pregunta: ¿por qué estas llorando? El lobo tiene a mi abuelita escondida y si no me voy con él no la va a dejar nunca. El vecino busca un machete y va a la casa de la abuelita, el lobo, sangrando, logró escaparse y la abuelita está escondida en el almario. El lobo nunca más se acercó a Caperucita.



MARÍA ORTIZ
12 años. Taller de Escritura Creativa El Sur Cuenta, Sabana Larga, San José de Ocoa.


Caperucita Roja y el Lobo Malvado

A ella le gustaba mucho el color rojo, un día salió de paseo y se encontró con un gran lobo llamado Junior, a ese lobo le gustaba buscar problemas con ella, pero ella no le hizo caso y siguió de paseo. Luego fue a la casa de la abuelita para ver cómo se encontraba. De repente se apareció el lobo y le dijo: ¿Qué haces aquí, por qué no sales a atrapar mariposas? Caperucita salió y atrapó muchas mariposas, buscó flores y comida para la abuelita, pero cuando iba de camino se encontró con el lobo, y le dijo: ¡Dame todo eso que llevas ahí! Y Caperucita le dijo: ¡No, es para mi abuelita que está enferma! Pero el lobo siguió reclamándole, hasta que Caperucita se asustó y le dejó todo. Al día siguiente se volvieron a encontrar, pero Caperucita fue más inteligente y encontró una vara y le dio. Luego Caperucita siguió para la casa de la abuelita, abrió la puerta y entró diciendo: ¡Abuelita! No estaba, solamente el lobo acostado, disfrazado de la abuelita y Caperucita le dijo: Abuela, pero qué peluda estás. Y el lobo le dijo: es que soy el lobo, no la abuelita…








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BARAHONA







ÁLVIDA MARINA SANTANA ACOSTA
Taller de Escritura Creativa Barahona. Proyecto El Sur Cuenta.


En un barrio marginado donde resido, hay un joven que se dedicaba a tomar en cuenta las muchachitas que vivían en esos predios. Hubo una vez que enfocó en su lujuria a dos hermanitas, cuyos padres no paraban en la casa. El papá trabajando y la madre deambulando con otros hombres. Este joven, con semblanza de lobo feroz, le hablaba y las visitaba cuando estaban solas. Ya que ellas se sentían en confianza con él,  escogía día y hora para hacer lo que le pareciera su conveniencia para saciar sus apetitos. Luego que se despedía, al verlas llorando, las amenazaba con matarlas a ellas y a sus padres. 



BIENVENIDO MATOS PEREZ
6/04/54. Taller de Escritura Creativa Barahona. Proyecto El Sur Cuenta.


La otra Caperucita, el otro Lobo

Caperucita Roja nunca supo que la inocencia tenía sus virtudes, que ésta debía tener sus anticuerpos, para que una niña, roja de pasión, grávida de tentaciones, llegara a huesos viejos, como suele decirse por estos lugares. Caperucita creyó que el mar y el cielo fueron pintados por el hombre. Pero a ella le fue fácil creer que el lobo, aunque de mala fama, esperaba palabras ligeras que al ser tan dulce, tierno y apetitivo, se podía con él, contemplar el ocaso. Cuando partía a encontrarse con él siempre, tentada por tantas lisonjas, se dejó conducir por el lobo hasta la montaña más  alta del pueblo. Ambos mirarían la luna hacer piruetas con el horizonte. Tan concentrados estaban que sólo podían ver la luna que parecía sumergirse entre las aguas para tomar un baño. Se oyó un grito. Y de la caperucita roja sólo quedó el vestido.




CHRISTIAN EPHRAIN ESPINOSA
23/10/94. Instituto de Lectores de Barahona ISLEBA
Taller de Escritura Creativa Barahona. Proyecto El Sur Cuenta.

Mi compañero el Lobo

Mi compañero, el Lobo Feroz, engatusaba a las Caperucita Roja con detalles y palabrerías lindas, luego, las devoraba una por una, sin cesar, sin cansancio alguno. Jugaba con ellas mientras podía, luego las devoraba y las desechaba, siempre dejando trozos de la dichosa capa. 



FRANCISCO JAVIER ACOSTA
28/10/93. Instituto de Lectores de Barahona (ISLEBA)
Taller de Escritura Creativa Barahona. Proyecto El Sur Cuenta.


Un día se encontró con un lobo feroz

Caperucita era una joven muy alegre que le gustaba compartir con sus amigos y amigas. Era linda y le encantaba ir a la playa los fines de semana. Un día se encontró con un lobo feroz disfrazado de oveja que la invitó a la playa. Ella aceptó. Así la convenció de hacer cosas que en realidad  no eran debidas y que al final no le produjeron cosas agradables, como un embarazo no deseado.



JOSÉ EFRAIN ESPINOSA
03/11/68. Instituto de Lectores de Barahona (ISLEBA)
Taller de Escritura Creativa Barahona. Proyecto El Sur Cuenta.


Caperucita oye raegueton

Caperucita Roja va caminando, oye raegueton, música pop, merengue y bachata. El lobo feroz, cantante, le dice que se quite la ropa, que mueva la cintura… para besarla y abrazarla, tenerla. Luego, cuando la caperucita encuentra en el camino a un lobito feroz, le invita a hace todo lo que el lobo cantante,  le dijo que hiciera.  



NESTOR GARCÍA
14/11/59. Instituto de Lectores de Barahona (ISLEBA)
Taller de Escritura Creativa Barahona. Proyecto El Sur Cuenta.


Caperucita en mi barrio

La tía la despertó muy de mañana, tomó unos mangos que habían caído en la noche de la vieja mata y los puso en la mesa. A poco rato llegó Carmita, su sobrina menor con una gracia similar a la de Caperucita Roja. Le encargó llevar las fruta a su madre que lavaba en el río, la niña, un tanto confusa, tomó los mangos y se alejó. En el camino se encontró con Pedro, un joven del barrio de características dudosas, un poco parecido al lobo del cuento. “Carmita, toma este bulto de papel y llévaselo a mi padre, que se ha incomodado conmigo-le dijo- y dame los mangos para guardarlos en lo que tú regresas. Pedro, como todo lobo feroz se comió los mangos y Carmita, a su regreso, sólo encontró la sombra.





VICTOR RAFAEL SUERO
24/06/94. Instituto de Lectores de Barahona ISLEBA
Taller de Escritura Creativa Barahona. Proyecto El Sur Cuenta.



La ambición

La ambición se apoderaba de mi vista y sentí convertirme en un lobo. Mi vida se transformaba en una liga de engaño y pasión. Al no poder tener una vida como deseaba, mi ambición y mi objetivo se cerraban y sólo me era de inspiración el continuar obteniendo lo que me parecía mejor, sin importar los comentarios o el mal estado de mis adversarios, que por el hecho se han atravesado, y aún mi ambición no parece haber acabado. Sólo queda el recuerdo de mi pasado, y al saber que soy justo, no habré nunca felizmente terminado, y como de aquella caperucita roja sólo queda el resto de la capucha que representa mi pasado.  







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©CAPERUCITA ROJA es el título de un cuento de hadas y también el nombre de su protagonista, una niña que siempre llevaba una capita de terciopelo rojo. Al ser un relato popular, al principio solo se transmitió de generación en generación de forma oral. El primer autor que lo fijó de forma escrita fue Charles Perrault, en sus “Cuentos de mamá Oca” (1697). A partir de entonces, el relato experimentó muchas transformaciones y se produjeron numerosas versiones. La más conocida es la de los hermanos Grimm, que apareció en su libro “Cuentos de niños y del hogar”, publicado en dos volúmenes, en 1812 y 1815.
En ambas versiones, la de Perrault y la de los hermanos Grimm, Caperucita va a casa de su abuela, que está enferma, a llevarle un queso, un pastel y una jarra de miel; tiene que cruzar un bosque, por lo que su madre le ha dicho que tenga cuidado y que no se entretenga ni hable con desconocidos. La niña, inocente y confiada, se distrae con todo lo que encuentra en el bosque y hasta se deja convencer por un lobo que le propone el juego de ver quién llega antes a casa de la abuela. Es el lobo el que gana, naturalmente, y se engulle a la abuela, y después, cuando llega Caperucita, la devora también. Así concluye la versión de Perrault, con unos versos en forma de moraleja, en los que el autor avisa a las niñas para que no se fíen de cualquiera.
Los hermanos Grimm modificaron este final: el lobo se come a Caperucita y a su abuela, y se queda durmiendo en la cama. Sus ronquidos son tan fuertes que llaman la atención de un cazador, el cual llega a la casa, saca a Caperucita y a su abuela del vientre de la bestia, y es Caperucita quien dice cómo hay que matar al lobo. Existen otras variaciones en las que el cazador es el padre de Caperucita y otras en las que tanto la niña como la anciana consiguen escaparse del lobo escondiéndose en un armario u otro lugar.

CHARLES PERRAULT nació en París en 1628. Durante buena parte de su vida se dedicó a recoger cuentos tradicionales y populares que más tarde publicó con el título de Historias o cuentos del pasado (1697), también conocido como Cuentos de mamá Oca. Algunos de ellos, como La bella durmiente o La Cenicienta, han sido llevados al cine. Seguro que te han contado o has leído muchos de ellos: Pulgarcito, El gato con botas, Caperucita Roja. Charles Perrault murió en 1703.

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Otras publicaciones en la web


Uno de los fenómenos más interesantes de la escritura creativa en nuestro país, podrás disfrutarlo visitando nuestras publicaciones en internet, donde centenares  de niños y niñas y adolescentes desde  3 años de edad, han desarrollado cientos de variaciones sobre  textos tan reconocidos en la narrativa hispanoamericana como “El Dinosaurio” de Augusto Monterroso, “La Mujer” de Juan Bosch,   “Chuang Tzu” de Herber Hallen Giles, Pedro Navaja de Rubén Blades, El gato esconde la Noche de José Lezama Lima, Ojalá que llueva Café de Juan Luis Guerra, Esquicio del Vuelo de José Mármol, Hay un país en el mundo de Pedro Mir, Caperucita Roja de Charles Pierrault, entre otros.


80 Microrrelatos nos muestran a una Caperucita Roja verdaderamente, subversiva, cómica, rebelde, transgresiva; pero también dulce, inocente, solidaria y recreativa, en fin… todo un personaje de nuestra sociedad contemporánea, desarrollado en los talleres de escritura creativa impartidos en la provincias de Azua, Barahona y Ocoa, tomando como texto base la famosa leyenda de Caperucita Roja descrita por el francés Charles Pierrault hace más de 300  años. Los talleres fueron desarrollados como parte del proyecto El Sur Cuenta, creado por la FLAM con motivo de la II Bienal Nacional del Cuento San Cristóbal 2011.




Des-quicio del vuelo consiste en una selección de 40 recreaciones sobre el poema ESQUICIO DEL VUELO del poeta dominicano JOSÉ MÁRMOL, como resultado de los ejercicios de escritura creativa desarrollados en los talleres literarios de la FLAM en San Cristóbal. La presentación se realizó en el Festival de Poesía en la Montaña, Jarabacoa 2011, como un homenaje a “La poética del pensar” y a su principal propulsor: José Mármol. Tanto el blog como la publicación han sido ilustrados por Domingo Alberto Guzmán.


En 63 ejercicios de escritura creativa los niños del proyecto Mi Barrio en Letras  nos dan una muestra de ingenio y creatividad, inspirados en el poema “Doble Noche I” del poeta cubano José Lezama Lima. Esta actividad se realizó con motivo del centenario de su natalicio (1910-2010).



Inspirado en el poema “¿Qué es la palabra pájaro sin un nido?” del libro “Humo sapiens” premio Nacional de Literatura Universidad Central del Este, UCE, 2003, del poeta dominicano  Tomás Castro. 40 niños de seis talleres del proyecto de animación a la lectura y la escritura “Mi Barrio en Letras” participan de esta publicación.


51 poemas creados por niños desde seis años de edad, inspirados en los poemas “Movimiento” y “Escrito con tinta verde” del poeta mexicano Octavio Paz.



Pedro Navaja habita nuestros barrios a través de una novedosa serie de minificción inspirada en la legendaria canción de Rubén Blades.  Pedro Navaja ha sido escogida por el grupo “Nuevos Narradores Sancristobalenses” como la canción oficial de la II Bienal Nacional del Cuento, 2011. 



Tres cuentos del narrador Virgilio Díaz Grullón han sido recreados por los niños de los talleres literarios de Mi Barrio en Letras en San Cristóbal y del proyecto El Sur Cuenta en Pueblo Viejo de Azua, como parte de las actividades de promoción y difusión de la cuentística de autores dominicanos, en el marco de las actividades previas a la II Bienal Nacional del Cuento, San Cristóbal 2011.



Esta publicación contiene unos 63 microrrelatos producidos en los talleres de escritura creativa que hemos desarrollado en San Cristóbal y en Azua, sobre el cuento de Orlando Alcántara “Círculos Concéntricos”, en el cual participaron más de 60 niños desde los 7 años de edad. También participaron los integrantes del Taller Literario Central Aníbal Montaño.


BREVIARIO 6 es una producción de 77 minificciones creadas durante nuestros Talleres de Escritura Creativa desarrollados en la ciudad de Azua sobre el minicuento “El Dinosaurio” de Augusto Monterroso, con la participación de unos 100 niños desde los 7 años de edad.

En Cuenta Bosch se recrean los cuentos más conocidos de Juan Bosch, tanto por los niños de los Talleres Literarios Mi Barrio en Letras como por los integrantes del Taller Literario Central Aníbal Montaño en San Cristóbal. Cada tallerista realizó hasta cuatro variaciones sobre cuentos como “La Mujer”, “Luis Pie”, “Los Amos”, “La Mancha Indeleble”, entre otros. 

Mi barquito de Papel es una de nuestras publicaciones más creativa, donde a través de los Ejercicios de Símbolos al Natural se creó una serie amplia de poemas inspirados en temas como La Chichigua, El  Barquito de Papel y La lluvia, dando como resultado poemas de gran sentido estético y lúdico. Más de 50 niños desde los 7 años de edad integrantes de los Talleres Literarios Mi Barrio en Letras participaron de esta fascinante aventura creativa. 

Es una publicación de poemas inspirados en el poema “Difícil Equilibrio” de Mateo Morrison, escritos tanto por  integrantes de los Talleres Literarios Mi Barrio en Letras, como por el Taller Literario Central Aníbal Montaño. Unos 45 talleristas participaron de esta dinámica creativa.

Chuang Tzu es una de nuestras publicaciones de minificción más amplia y de gran riqueza imaginativa, inspirada en el texto clásico de Herber Giles “El Sueño de Chuang Tzu”. Unos 100 talleristas de diez talleres distintos del proyecto literario Mi Barrio en Letras y el Taller Literario Central Aníbal Montaño participaron de la actividad. 


Contiene las imágenes de las diferentes actividades desarrolladas en los 7 DÍAS CON EL CUENTO  (del 21 al 27 de julio del 2010), como primera actividad previa a la Segunda Bienal Nacional del Cuento, San Cristóbal 2011; así como los microrrelatos publicados en el primer BREVIARIO de la Fundación Literaria Aníbal Montaño.
Contiene fotos, textos y el programa de lo que fue la primera Bienal Nacional del Cuento 2009.
Fotos, textos e informaciones de nuestras actividades más recientes. Más el listado de todas nuestras publicaciones en internet.






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